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domingo, 9 de junio de 2019

LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO PARA EL DESARROLLO DEL PERÚ

INTRODUCCIÓN
El inicio del siglo XXI muestra un mundo en continua transformación e incertidumbre de tipo económica, social y política donde lo que hoy es seguro, mañana puede ser una indecisión, escenario que afecta al ciudadano que se ubica en cualquier parte de la pirámide social. Una alternativa para paliar este problema es la educación, pero esta tampoco termina de brindar seguridad. Ñopo (2019) en un análisis estadístico sobre las diferencias de ingresos económicos entre estudiantes peruanos con educación superior y secundaria nos muestra que esta se ha ido acortando, desde los S/1 800 en el 2007 hasta alcanzar  S/1 267 el año 2018, es decir ni los estudios aseguran una estabilidad económica. Pero, si mejor educación promete mejores ingresos, ¿por qué en el Perú esta profecía no se cumple? Según el mismo autor, una razón es la calidad de los egresados universitarios. Entonces, ¿bajo qué condiciones se está gestionando  el conocimiento en el sistema educativo haciendo que se pague casi igual, independiente de tu formación profesional?
La descripción anterior es el inicio de la radiografía de los procesos diarios realizados dentro de una organización, en las que se tienen experiencias con el manejo de la información que puede ser utilizado por la misma organización en algún otro proceso relacionado, pero en la mayoría de las ocasiones, no se documenta ni se almacena en algún lugar de la organización, quedando solamente en la memoria de las personas que lo experimentaron, para después quedar normalmente en el olvido si este no se utiliza.
Ocurre también que en muchas organizaciones están inmersas en profundos y constantes cambios provocados fundamentalmente por el proceso de globalización, la fuerte competencia ocasionada por la aparición de nuevos competidores, la disminución del ciclo de vida de los productos y servicios. Este espacio es donde se encuentra el Perú, es un escenario que se mueve permanentemente en la incertidumbre buscando certezas en el conocimiento y preguntamos si tenemos posibilidades de solución.
A través de este ensayo se pretende hacer un análisis crítico de la situación en la que se encuentra el Perú en relación a la gestión del conocimiento, iniciando con la pregunta se conocer ¿qué es la gestión del conocimiento? ¿En qué contexto histórico se ubica la gestión del conocimiento en el Perú? ¿Por qué es necesario y qué posibilidades se tiene para desarrollar la gestión del conocimiento en nuestro país?
Para el desarrollo de este ensayo proyecto se indaga el contexto histórico de la gestión del conocimiento en el Perú, observándose un retraso comparado con otros países. Se hace necesaria la gestión del conocimiento para solucionar problemas en bienestar de la población, por lo que se debe considerar instrumentos tecnológicos para mejorar la información y así decisiones oportunas. Asimismo, los procesos de innovación, constituye una oportunidad para que el país se pueda desarrollar. Por ultimo veremos las posibilidades del desarrollo de la gestión del conocimiento en el Perú.
La gestión del conocimiento
Según Nagles (2007) la gestión del conocimiento consiste en un proceso ordenado de creación de saberes con fines de transferencia para la solución de problemas concretos. Aplicado este concepto a una institución que trabaja con información y que tiene como estrategia el mejoramiento continuo, amerita la existencia de una lógica de producción de conocimientos, cesión y aplicación, con el fin de atender carestías específicas dentro de un marco de permanente evaluación propio de su cultura organizacional. (Mejia & Colin, 2013) refieren que el origen del conocimiento es producto de la experiencia, y por lo tanto es un poco difícil la externalización y apropiación por otros.
Se precisa reconocer las dimensiones conceptuales del conocimiento, para lo cual se abordan dos de ellos, la dimensión epistemológica y la ontológica, tratadas por Gómez, Pérez & Curbelo  (2005), quienes consideran el conocimiento tácito y explícito dentro de la primera dimensión, y la posesión individual y social como dimensión ontológica. Esta organización dimensional le otorga al conocimiento una idea de lo accesible o inaccesible que puede ser el conocimiento dentro de una organización, por su carácter intangible como son las emociones que rodean a las experiencias así como de las creencias que de estas se tengan en la organización.
Entonces, si en toda organización se desarrollan experiencias, ¿es correcto decir que se gestiona el conocimiento? La respuesta es no. En todas las organizaciones se gestionan contenidos, que suelen ser los documentos y protocolos rutinarios; en cambio, la gestión de conocimiento implica la creación de soluciones a partir de la sistematización de experiencias. La Escuela de Administración de Negocios (ESAN, 2018) señala que la gestión de contenidos es de importancia para la gestión del conocimiento porque brinda la materia prima para estudios estructurados, siendo necesario la existencia de una plataforma de acceso para los diversos equipos organizacionales que le permitan mejorar sus procesos y lograr sus objetivo.
En este sección de conceptualización se entiende que la gestión del conocimiento busca plantear alternativas de solución y que, mirándolo como fuente de innovación, responda a las necesidades presentes y próximas de la sociedad (Nagles, 2007). Incorporar la gestión del conocimiento en las instituciones es una estrategia para el logro de la competitividad donde la creación y valor agregado a la producción aumenta las posibilidades de su sostenibilidad. Sería inadecuado mantener una organización en base a procesos rutinarios que solo se dedica a recabar y almacenar información; por lo tanto, se justifica la existencia de organizaciones que generen ideas, las mismas que terminan en productos que maximizan los recursos de tiempo y dinero. Además, la incorporación de prácticas innovadoras ayuda al mejoramiento del estado emocional de los trabajadores, en el sentido que se sienten competentes, elevan su autoconcepto profesional y adquieren una autoestima personal.

 Contexto histórico de la gestión del conocimiento en el Perú.
En opinión de Sagasti y Málaga (2017), las dificultades que se han tenido para desarrollar capacidades para la innovación obedecen a factores históricos y culturales, donde las políticas económicas se muestran desarticuladas, y los grupos intelectuales se orientaron a debates ideológicos dejando de lado la generación de rutas pragmáticas para fortalecer la producción de conocimiento.
La gestión el conocimiento en el Perú ha mostrado un retraso en comparación a otros países, Latinoamericanos y de otras partes del mundo. Si es posible hablar de una antigua civilización instalada en nuestro territorio que pudo desarrollar el conocimiento para bienestar de sus integrantes, esta práctica fue limitada con la llegada de nuevas civilizaciones que impusieron el conocimiento y asentaron la pasividad como medio de control. Esta forma educativa generó una población limitada para la creación de nuevas ideas, pues ello hubiera supuesto indicios de rebelión y deseos de independencia económica que no era beneficioso para los conquistadores de estas tierras. El objetivo era el control social y reproducción burocrática.
La llegada de corrientes de pensamiento económico liberal tampoco logró impulsar el conocimiento, transformándonos en una fuerte economía exportadora de materia prima pero cuyos ingresos fueron canalizados para importar otros que no podíamos producir. Las oportunidades de reinversión en la producción de conocimiento no fue posible por la ausencia de un proyecto país. Las ideas políticas de independencia se pueden traducir como el abandono de la sumisión económica española para trasladarnos a depender de otros países. Según Hobsbawn (1972), la revolución industrial del siglo XVIII, promotora de estas ideas independista no buscaban más que nuevos mercados. Mientras Inglaterra generaba ciencia, nosotros nos convertimos en sus consumidores.  Estos eventos marcan el pobre devenir histórico de la producción y organización del conocimiento para la innovación en beneficio de la sociedad peruana que se mantuvo por un amplio periodo de letargo postergándose aún en el siglo XIX. Este escenario era compartido con otros países de América del Sur.
Posteriormente, a inicio del siglo XX, en diversos países de América Latina se  inicia a implementar políticas de industrialización que es la idea concreta de la innovación, mientras en el Perú tardíamente estas prácticas arriban hacia la década de 1940 (Kuramoto, 2016). Hacia la década de 1970 se creó instituciones estatales para la gestión de ciencia, tecnología e innovación cuya normatividad contaba con recursos económicos pero que no estaba articulada con la política económica. Se deduce que en la burocracia estatal había ausencia de un objetivo para la gestión del conocimiento, esta no era prioridad, y si no era conocida con este nombre, no se justifica la postergación de la innovación responsable de sus efectos negativos para el desarrollo del país.

Problemas que exigen la gestión del conocimiento en el Perú.
El uso intensivo de la información y el conocimiento ha generado una nueva organización social (Tedesco, 2014) y quienes no tengan la posibilidad de acceder a uno de ellos termina siendo excluido. Los servicios y bienes que se generan en el país tienen como finalidad generar un bienestar en la población, pudiendo deducirse que la calidad de los que se producen en el estado tiene su repercusión en el sector privado dado que estos se sirven de los primeros para realizar sus procesos burocráticos, tales como pago de impuestos y registros. Particularmente en el Perú, hay una percepción ciudadana negativa de cómo los bienes y servicios del estado son desarrollados, por ejemplo en el informe de opinión de marzo 2019 elaborada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP; 2019) la población desaprueba con 52% y 47% la calidad de los servicios de salud y seguridad respectivamente. Estos ministerios que están al servicio de la ciudadanía se convierten en una carga administrativa.
Las cifras anteriores es una muestra de la desatención del estado con la ciudadanía, ¿no se maneja datos e información en estos ministerios, que puedan ser mejorados para que los usuarios tengan una mejor calidad de vida?, ¿Cuáles son las principales deficiencias que se relacionan con la gestión del conocimiento en el estado peruano para producir mejores bienes y servicios? La Presidencia del Consejo de Ministros en el documento sobre “Política nacional de modernización de la gestión pública al 2021”, nos muestra un amplio detalle sobre las principales carencias de la gestión en los organismos del estado, entre ellos están los procesos, la infraestructura, la evaluación y la gestión de buenas prácticas.
Un alto porcentaje de instituciones no tienen las capacidades y recursos para optimizar sus procesos de producción de bienes y servicios públicos, existiendo desarticulación entre las cadenas administrativas y teniendo una rutinaria labor de cumplimiento de funciones sin búsqueda de mejoramiento del servicio ciudadano. Si a estos procesos deficientes se añade una infraestructura obsoleta no tenemos más que una mala gestión de la información. Luego, en el estado hay ausencia de indicadores cuantitativos y cualitativos que permitan evaluar permanentemente las responsabilidades en los diferentes niveles de gestión y en consecuencia no hay bases de datos ni controles de calidad de la información para la toma de decisiones, existiendo en algunos casos información procesada de modo analógico. En estas condiciones, el estado peruano no ha institucionalizado la gestión de la información con ausentes evidencias de transferencia de buenas prácticas porque estas no se encuentran sistematizadas.
Este es un panorama de los principales problemas de la gestión del conocimiento en el Perú, denotando en el antónimo un panorama de oportunidades para transformar considerando lo inevitable que es la incorporación de instrumentos tecnológicos digitales para mejorar la cadena de información en la toma de oportunas decisiones requeridas para la solución de problemas.

Posibilidades para gestionar el conocimiento en el Perú.
El escenario para fomentar una cultura de gestión del conocimiento en el Perú es en la educación donde los participantes, escuela y familia, sean sus ejecutores. Pero, ¿cómo se puede lograr esta idea? Para Camacho (2019) un insumo serían  las evaluaciones de aprendizaje que anualmente realiza el estado peruano, tanto la ECE y PISA revelan un diagnóstico a partir de cuyos datos estadísticos ha motivado a plantear decisiones para revertir los malos resultados. Se verifica la presencia de estímulos para generar proyectos de aprendizaje innovadores, y estas propuestas nacen del análisis de los resultados. Según el mismo autor, en el país hay producción y publicación de conocimiento, pero se requiere que las instituciones se apropien de este conocimiento.
Por otro lado, según el Global Competitiveness Index 4.0 edición 2018 elaborado Schwab (2018) para el  World Economic Forum, la capacidad de innovación del Perú es del orden 89 de 140 países siendo ampliamente superado en el contexto de las economías latinoamericanas por Brasil (40/140), Chile (53/140), Argentina (54/140) y Colombia (73/140) y en un empate estadístico con Ecuador (88/140). En la era de la cuarta revolución industrial, donde las posibilidades del conocimiento se han ampliado, surge una ventana para que nuestro país acceda a la competitividad.
Mejorar los índices de competitividad global anteriormente mencionados demanda que la gestión del conocimiento se oriente a la innovación, y para alcanzar esta meta se requiere, no solo de incrementar el financiamiento estatal y privado en la investigación; es  primordial un mejoramiento de los sistemas educativos para el desarrollo de capacidades y el respeto a la propiedad intelectual. Se necesita también de una real estadística de qué es lo que se investiga, quiénes son los que lo hacen, cómo se financian y no quedar atrapados en los reportes del Foro económico Mundial.
En su análisis macroeconómico sobre la capacidad de innovación del Perú, Belapatiño y Perea (2018) destacan la necesidad de la innovación en términos del producto terminado, de la transformación de un bien o servicio para mejorar la productividad y por ende mayores ingresos y bienestar social. Nuevamente se plantea la idea de ser una sociedad importadora a una que produzca bienes y servicios. Son múltiples las experiencias asiáticas como modelo del mejoramiento económico a partir de una buena gestión del conocimiento en cuya variable está el financiamiento, no es posible alcanzar dichos estándares si mantenemos una inversión para la Ciencia y Tecnología del 0,03% del Producto Bruto Interno.
La existencia de la Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública al 2021 es un instrumento legal que posibilita la gestión del conocimiento para la innovación de la gestión pública. Este marco normativo busca la fluidez informativa para la oportuna toma de decisiones promoviendo el mejoramiento de las cadenas de valor a través del monitoreo y evaluación de logros por la aplicación del conocimiento, asegurando su disponibilidad para acciones de investigación y aprendizaje permanente.
Otra posibilidad para la institucionalización de la gestión del conocimiento son los beneficios tributarios. La ley N° 30309, promulgada en marzo del 2015 es un incentivo para que las empresas, que fomentan la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación tecnológica puedan acogerse a beneficios tributarios
  
CONCLUSIONES
La nueva era de la información y el conocimiento ha generado una reestructuración económica y social, con la alta posibilidad de marginación para quien no posee ventajas competitivas educativas  y laborales para acceder a ellas. La profecía de David Cohen sobre las inequidades por efectos de economías basadas en las ideas (Tedesco, 2014), motiva a tener conciencia que en el Perú se asuma una necesidad la gestión del conocimiento, incorporando prácticas de sistematización de experiencias que reduzca costos y tiempos en la resolución de problemas.
Las dificultades que actualmente tiene el Perú para tener una sólida economía pueden ser solucionados en gran parte si se toma la decisión de invertir en la gestión del conocimiento. No se puede aceptar el querer formar parte del grupo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) si se mantiene prácticas retrógradas que no impulsan la generación de nuevos saberes administrativos y que por el contrario generan entrampamientos burocráticos. La gestión del conocimiento en la gestión pública es un factor importante para el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos.
Finalmente, los desafíos y visión modernizadora del Perú no son ajenos al contexto latinoamericano, en la cual según Tedesco (2014) hay una tendencia en el aumento del presupuesto para fines educativos, la descentralización educativa y la conciencia pública sobre las ventajas de la educación. En este contexto el futuro es incierto pero menos probable de falencias competitivas si apostamos por un manejo adecuado de la asignación económica para la gestión del conocimiento en las instituciones educativas, básicas o superiores en la línea de una educación con calidad.

 BIBLIOGRAFÍA
Belapatiño, V.; Perea, H. (2018). Perú: innovación, una agenda pendiente. Innovación como impulso a la productividad. Análisis Macroeconómico de BBVA Research. https://www.bbvaresearch.com/wp-content/uploads/2018/07/Peru_Innovacion-AgendaPendiente.pdf
Camacho, E. (2019). Educación Peruana: camino a una cultura de gestión del conocimiento. Obtenido de sitio web de la Escuela de Administración de Negocios: https://www.esan.edu.pe/conexion/actualidad/2019/03/06/educacion-peruana-camino-a-una-cultura-de-gestion-del-conocimiento/
ESAN. (18 de Junio de 2018). Apuntes empresariales: Gestión de proyectos. Obtenido de sitio web de la Escuela de Administración de Negocios: https://www.esan.edu.pe/apuntes-empresariales/2018/06/diferencias-entre-gestiones-de-conocimiento-y-de-contenidos/
Gómez Díaz, D., & Pérez de Armas, M., & Curbelo Valladares, I. (2005). Gestión del conocimiento y su importancia en las organizaciones. Ingeniería Industrial, XXVI (2), 37-46. 
Hobsbawn, E. (1972). El impacto de la Revolución Industrial - 1780-1840. En H. Bonilla, P. Chaunu, T. Halperin, E. Hobsbawn, K. Spalding, & P. Vilar, La independencia en el Perú (pág. 199). Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
Instituto de Estudios Peruanos. (2019). Informe de opinión – Marzo 2019. Encuesta Nacional Urbano Rural.
Kuramoto, J. (2016). Estrategia de Ciencia, Tecnología, Capital Humano: Innovación y Productividad para el Desarrollo. En C. Católica, Estrategias para el desarrollo Económico y Social del Perú (pág. 240). Lima: Planeta.
Mejía Rocha, M., & Cólin Salgado, M. (2013). Gestión del conocimiento y su importancias en las organizaciones. Trilogía, 25-35.
Nagles G., N. (2007). LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO COMO FUENTE DE INNOVACIÓN. Revista Escuela de Administración de Negocios, (61), 77-87. 
Presidencia del Consejo de Ministros del Perú. Secretaría de Gestión Pública. (2013). Política Nacional de Modernización de la Gestión Pública al 2021. Lima
Sagasti, F., & Málaga, L. (2017). Un desafío persistente. Políticas de ciencia, tecnología e innovación en el Perú del siglo XXI. Lima: Fondo de Cultura Económica y Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú.
Schwab, K. (2018). The global competitiveness report 2018.  World Economic Forum consultado desde http://www3.weforum.org/docs/GCR2018/05FullReport/TheGlobalCompetitivenessReport2018.pdf
Tedesco, J. (2014). Educar en la sociedad del conocimiento. México: Fondo de Cultura Económica. 

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